En España se venden millones de teléfonos cada año, pero a nivel mundial las cifras se establecen en cientos de millones. De hecho, se venden más de 1.200 millones de smartphones cada doce meses.
Esto implica que cada año millones de dispositivos dejan de tener uso principal, y se arrinconan en un cajón o, con suerte, se heredan o se reciclan.
Pero incluso en el caso de que un móvil tenga una segunda vida en las manos de otra persona, esa persona habrá dejado de lado su anterior dispositivo.
Es por eso que las políticas de reciclaje y de uso de móviles durante más tiempo tienen cada vez más sentido. Y la Unión Europea está empujando a ello.
La cuestión es cómo reutilizar diferentes móviles en algo que sea útil en el día a día. Podemos usarlo como reproductor de música, asistente inteligente… o centro de datos.
Reutilizando móviles
En esta idea han estado trabajando dos investigadores de la Universidad de Tartu, Huber Flores y Zhigang Yin. Se trata de un proyecto simple pero que puede resultar de interés en múltiples escenarios.
En la publicación de este proyecto los dos científicos han realizado una aproximación a un doble problema: la gestión de residuos electrónicos y la necesidad de mayor almacenamiento de datos.
Varios móviles en el dispositivo que los convierte en un centro de datos El Androide Libre
Dado que la inteligencia artificial, la ciencia de datos y otras tecnologías están aumentando la cantidad de información que se gestiona y que se almacena, esto implica un aumento del uso de recursos.
Cada vez se abren más centros de datos masivos en la mayoría de países, y parece que esta tendencia no va a hacer más que ir al alza, al menos en territorios como Europa.
Además, dado que los dispositivos mejoran rápidamente, es más fácil que los antiguos se vuelvan obsoletos antes, generando una importante acumulación de residuos electrónicos.
La idea de estos dos científicos es reutilizar teléfonos inteligentes clasificados como residuos electrónicos y convertirlos en pequeños centros de datos, extendiendo su ciclo de vida a un coste muy bajo: sólo 8 euros por aparato.
Para ello han desarrollado un prototipo que utiliza el hardware de los móviles con una excepción, la batería. Para evitar problemas se ha sustituido por un sistema de alimentación único, ya que el aparato combina varios móviles.
Microcentros de datos
“La innovación a menudo no comienza con algo nuevo, sino con una nueva forma de pensar sobre lo antiguo, reimaginando su papel en la configuración del futuro”, indicaba Huber Flores, profesor asociado de Computación Pervasiva.
Tanto él como su compañero, Zhigang Yin, han demostrado que los teléfonos inteligentes antiguos pueden reutilizarse con éxito para crear pequeños centros de datos capaces de procesar y almacenar datos eficientemente.
Y el coste ni siquiera es un problema, porque por unos 8 euros por dispositivo el proceso se puede llevar a cabo.
Para reducir el riesgo de fugas químicas al medio ambiente, los investigadores retiraron las baterías de los teléfonos y las reemplazaron con fuentes de alimentación externas.
Posteriormente, se conectaron cuatro teléfonos, se les colocaron carcasas y soportes impresos en 3D y se transformaron en un prototipo funcional listo para su reutilización.
Esquema del prototipo El Androide Libre
Los usos de estos pequeños centros de datos son múltiples. Un ejemplo fue el realizado bajo el agua, donde participó en el monitoreo de la vida marina, ayudando a contabilizar diferentes especies marinas.
Este tipo de tareas, que suelen requerir que un buzo grabe un video y lo suba a la superficie para su análisis, se llevó a cabo sin necesidad de ello simplemente sumergiendo el dispositivo con los sensores adecuados.
Lo más impactante de este acercamiento es que se ha demostrado que, con recursos mínimos, estos viejos móviles pueden tener un nuevo propósito, contribuyendo al desarrollo de soluciones digitales.
Como indica Ulrich Norbisrath, profesor asociado de Ingeniería de Software, “la sostenibilidad no se trata solo de preservar el futuro, sino de reinventar el presente, donde los dispositivos de ayer se convierten en las oportunidades del mañana”.
Reutilizando lo antiguo
Esta tendencia que empezamos a ver de manera cada vez más común será algo que a medio y largo plazo aumentará en importancia.
La cantidad de dispositivos electrónicos que se fabrican sólo es comparable a la cantidad de aparatos que dejamos de usar por la evolución de la tecnología.
Un buen ejemplo de ello es la reutilización de las baterías de coches eléctricos que, tras la entrada al desguace de los mismos, se usan en instalaciones estacionarias, como en empresas y hogares.
Se trata de reusar las partes más importantes de cada aparato, en el caso de los teléfonos móviles su capacidad de computación y de almacenamiento de información, siempre siendo conscientes de sus limitaciones.
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.