Una apuesta por el precio sin fallar en nada: Análisis del Pixel 7

Google celebró la semana pasada un evento en el que presentó nuevos móviles, los Pixel 7 y Pixel 7 Pro, un nuevo reloj y dio más detalles sobre su tablet. Desde entonces hemos estado usando el Pixel 7 como móvil principal para exprimir al máximo un terminal que no cambia en exceso con respecto al modelo del año pasado pero que, a cambio, tampoco sube de precio. Y eso es algo muy raro de ver en 2022.

Características Google Pixel 7

Un diseño de primer nivel con un color agradable

He de reconocer que a la hora de elegir colores para mi móvil personal soy muy soso. Blanco, negro o plata. Pero cuando tengo que probar un móvil de algún color llamativo me gusta. Es lo que me ha pasado con el Pixel 7, que en la unidad cedida muestra un color verde lima que le sienta muy bien. Eso sí, este año viene sin colores de acento en el botón de encendido.

De hecho, da la sensación de que este año los móviles son algo más elegantes y serios, con un módulo de cámara metálico en vez de cristal y con un marco perimetral dorado (en la unidad que probamos) que me ha gustado mucho.

Estéticamente, y más allá de los colores y el módulo de cámara, es difícil encontrar diferencias con el Pixel 6. Sigue siendo un móvil de tamaño normal (6.3″ este año bajado un poco con respecto a lo que teníamos en 2021) y los marcos son especialmente cómodos.

Es una mezcla entre el Motorola Edge 30 Ultra en la elección de materiales y el Xiaomi 12T Pro en la ergonomía.

Con todo, que Google mantenga la estética icónica que ha logrado en los Pixel 6 nos parece un acierto, sobre todo al cambiar el material del módulo de cámara que puede ser el causante de algunos problemas en los Pixel 6 Pro.

Google sigue apostando, por algún motivo que se nos escapa, por poner el botón de encendido encima de los botones de volumen, y eso sigue siendo extraño, al menos para los que usamos muchos móviles diferentes de manera constante.

En la parte inferior está el altavoz principal, que se acompaña de un altavoz secundario en la parte superior de la pantalla, junto con la cámara delantera, que por desgracia no llega a ser tan bueno como en otras firmas.

Las carencias son las esperadas: irda, radio FM, ranura para micro SD… vamos, lo mismo de lo que carecía el Pîxel 6.

Pero todo eso puede compensar si tenemos en cuenta que este es uno de los pocos móviles de menos de 1000 euros que cuenta con resistencia al agua y polvo IP68. Además, el peso no es especialmente alto, algo que se agradece.

Eso sí, la construcción del móvil, siendo muy buena, parece algo hueca si golpeamos con la uña en la pantalla. es algo que se ve también en otros móviles pero no de manera tan acusada.

El Google Tensor G2 es un salto, pero no en lo que podríamos pensar

Este terminal es el primero, junto con el modelo Pro, en usar el nuevo procesador de Google, el Tensor G2. Este chipset sigue apostando por las tareas más avanzadas en inteligencia artificial, redes neuronales y funciones similares, porque es en lo que quiere destacar Google.

De hecho, en potencia no se aprecia un gran salto con respecto al modelo del año pasado, aunque para la mayoría de tareas no es un problema. Ni siquiera en juegos exigentes es un inconveniente.

Eso sí, Qualcomm ha dado un gran salto con el Snapdragon 8+ Gen 1 en términos de eficiencia energética, y es ahí donde vemos que Google no ha avanzado tanto. El G2 hace que el móvil se caliente un poco, nada peligroso ni problemático, pero que llama la atención tras muchas pruebas con móviles con el procesador de Qualcomm.

Además, eso penaliza la autonomía, como veremos en el apartado de la batería.

Este modelo tiene solo 8 GB de RAM, algo que hemos visto en otros terminales como el Xiaomi 12T Pro, pero que empieza a ser algo mejorable. Lo mismo pasa con la memoria interna, de 128 GB, que puede ser de 256 GB si compramos la versión más cara, pero cuyo precio se va ya a los 749 euros.

Este procesador permite funciones como la reducción del ruido ambiente en llamadas, algo clave que no está directamente relacionado con la potencia del chip, sino con la arquitectura y diseño del mismo. Y Google está centrándose en estas cosas más que los test de Antutu sean más elevados. Bien.

Una pantalla que parece que se queda corta aposta

También en el apartado del panel Google ha calcado lo que tenía en el Pixel 6. La diagonal es ahora algo más contenida, con 6.3″, pero se mantiene la tecnología, AMOLED, la tasa de refresco, 90 Hz y el sensor de huellas bajo la pantalla.

Eso sí, parece que este sensor ahora funciona mejor, y el panel es bastante brillante, con un pico máximo de nada menos que 1400 nits. No es el más alto, pero desde luego que es más que suficiente para lo que cuesta este smartphone.

La resolución, de 2400 x 1080 px, no es tan alta como la de su hermano mayor, pero seguro que eso hace que la autonomía sea mejor.

Donde vemos que Google se ha quedado algo corta es en la tasa de refresco. He de reconocer que yo uso los móviles a 60 Hz siempre, pero cuando analizo un móvil no puedo sino compararlo con los modelos de la competencia. En este rango de precio es raro ver un móvil que no tenga 120 Hz, y este modelo no lo tiene.

¿Es un problema? No, para nada, pero parece una decisión tomada por Google para dejarle algo de margen a sus socios (Samsung, Xiaomi, etc) y para diferenciar algo más el modelo Pro.

Cámara: sigue siendo un Pixel

Este año Google ha querido diferenciar un poco más al Pixel 7 del Pixel 7 Pro mediante la mejora del sistema de cámaras del modelo más caro. En este Pixel 7 hay cambios, pero son menores.

La cámara principal trasera es la misma que la del año pasado, con un sensor de 50 Mpx, apertura f/1.9, estabilización óptica y un enfoque Dual Pixel.

La calidad sigue siendo muy buena, con el procesado esperado de los Pixel, aunque de noche hemos visto que en ocasiones los retratos no son del todo realistas.

Pese a no tener telefoto Google presume de poder tomar imágenes con dos aumentos (2x) sin perder calidad. No deja de ser un zoom digital proveniente de un recorte del sensor principal, pero si una marca destaca en fotografía computacional esa es Google.

El sensor gran angular se mantiene en los 12 Mpx, algo escaso si miramos lo que ofrece la competencia, pero al menos nos da la calidad que queremos.

Estas fotos tienen un gran HDR y unos colores muy acertados, aunque en ocasiones podríamos echar en falta algo más de detalle aumentando la resolución, pero eso es algo que le echamos más en cara al Pixel 7 Pro que a este modelo.

Donde sí hay cambios es en la cámara frontal, que pasa a los 10.8 Mpx pero que, sobre todo, cambia la lente, pasando de ser un angular a un ultra gran angular. Esto permite hacer fotos de grupo de manera mucho más sencilla y, cuando queramos, podemos usar el recorte del sensor en el centro para hacernos una foto menos distorsionada.

En el vídeo vemos novedades como el desenfoque cinematográfico, algo que ya hemos usado en móviles de Huawei y de Vivo y que el año pasado llegaba a los iPhone.

Funciona muy bien cuando el objeto no se mueve mucho, o cuando enfocamos a una persona que no deja de mirar a cámara. Cuando esa persona se gira el sistema se vuelve un poco loco. En el análisis en vídeo tenéis algunos ejemplos.

Una batería que se queda a medio camino

El Pixel 7 dispone de una pila de 4335 mAh capaz de ser cargada por cable a 30 W como máximo. Es lo segundo y no lo primero lo que más nos choca. Ya es normal ver modelos con estos precios con velocidades de 120 W y, aunque no hace falta llegar ahí, desde luego que Google se ha quedado corta en este aspecto. Resulta raro estar esperando una hora para cargar el móvil, al menos tras haber probado modelos con cargas de poco más de media hora, e incluso menos.

Eso sí, hemos de agradece la inclusión de carga inalámbrica de hasta 20 W, lo que incluso hemos visto ausente de modelos como el Xiaomi 12T Pro que cuesta 100 euros más.

En la primera prueba de batería hemos estado jugando en interiores y también hemos salido por la noche a hacer fotos y probar la cámara. Hemos llegado a las 3 horas y media de pantalla con 30 horas de autonomía total.

En la segunda prueba de batería hemos estado haciendo también un uso mixto, con juego, redes sociales, etc. Y hemos hecho fotos y vídeos en exteriores. Hemos llegado a las 5 horas de pantalla con 13 horas de autonomía total.

En la tercera prueba de batería hemos estado en interiores, bajo Wifi en todo momento. Hemos jugado, navegado y chateado, pero no hemos hecho fotos, escuchado música o hablado. Hemos llegado a las 5 horas de pantalla con 24 horas de autonomía total.

En todo momento hemos tenido la pantalla con la tasa de refresco en modo automático para que cambiara a 90 Hz cuando fuera posible.

Como veis, las cifras no son espectaculares, sin llegar a ser un problema. Los modelos con el Snapdragon 8+ Gen 1 se muestran mucho más avanzados en este apartado.

Mejorando Android 13 con las funciones exclusivas de Pixel

Como era de esperar, Google ha incluido Android 13 dentro de los Pixel 7 y 7 Pro, siendo de los pocos móviles que lo tienen. Con todo, los cambios con respecto a Android 12 no son muchos, y las mayores novedades son las que Google ha incluido artificialmente en estos modelos, no porque no puedan estar en los anteriores, sino porque así da más argumentos de venta a los mismos.

Una de dichas novedades de este año es la inclusión del desbloqueo facial, que llega a los Pixel tras más de una década en otros fabricantes. Es llamativo cómo el primer móvil que lo tuvo fue el Galaxy Nexus, un terminal creado por Samsung y Google.

Esta función siguió estando presente en los modelos de la firma coreana pero no en los de la estadounidense.

Al fin llega, aunque con limitaciones. Para empezar, solo estará en los Pixel 7 y 7 Pro, y además solo permite ser usado para desbloquear el terminal, no para pagar. Nos parece algo justo si Google cree que no es lo suficientemente seguro para confirmar compras. Eso sí, esperemos que la empresa cambie de opinión y llegue a los Pixel anteriores más adelante.

También tenemos una nueva función de reducción de ruido en las llamadas, como hemos dicho, algo que sí depende del procesador (salvo que queramos que la nube controle también nuestras llamadas de voz).

Una de las mejoras en cámara viene de la mano de un software de Google Fotos que está disponible sólo en los Pixel 7 y 7 Pro. Se llama Enfocar (Unblur) y lo que hace es darle nitidez a fotos que nativamente no la tenían. Y se puede usar con fotos antiguas. Es increíble.

El resto de funciones son las que ya conocemos, y la estética de Android cada vez se pule más y se comporta mejor. Hay muchas marcas que optan por usar un Android puro, y eso hace que los Pixel no destaquen tanto como antes. Pero eso es bueno, ojalá más marcas imitaran a ASUS, Motorola, etc.

El Pixel 7 no es una revolución, pero mantiene el tipo perfectamente

Google ha tomado un camino diferente al resto de fabricantes. Viendo la inflación y el aumento de precios de todos los productos de casi cualquier industria, la compañía ha decidido mejorar sus teléfonos lo justo como para no tener que subir el precio.

Esto es más así en el Pixel 7, que parece que toma distancia con respecto al Pixel 7 Pro.

Pero, en esencia, la realidad es la misma que el año pasado. Tenemos un móvil que cuesta 649 euros y ofrece una cámara de primer nivel, mucha potencia y un gran diseño.

Podría tener mejor pantalla, una carga rápida más veloz o incluir el cargador en la caja, pero nada de eso parece estar entre las prioridades del consumidor normal. Eso sí, los Pixel suelen ser móviles para los más tecnófilos, y esos valoran dichas prestaciones.

Con todo, Google ha vuelto a hacerlo bien en nuestra opinión. El Pixel 7 es un gran teléfono que acierta de pleno en lo importante y que no falla estrepitosamente en nada.

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